martes, octubre 12, 2004
Post invitado, enviado por Francisco:
Una historia desde España:
Leía un libro que no conseguía atraparlo, una historia llena de interrupciones, de reflexiones que no venían al caso. Por eso, levantaba la mirada una y otra vez en busca del tren que debería iluminar ya el tunel.
Tras esperar a que un grupo de japoneses, pérdidos y sorprendidos ante todo, bajaran del vagón como una masa compacta, se subió al vagón y ocupó el lateral de la puerta y se apoyó, el libro cerrado y la mano apretada sobre él, para suspirar, cansancio y hastío. Desde el final del vagón, pasaba un hombre viejo, pequeño, bastante flaco, calvo y muy sonriente, pidiendo perdón por molestar, por pedir, por existir, dando las buenas tardes a las malas caras.
Al llegar a mi altura, las puertas ya se cerraban. Apenas unos segundos bastaron para que entrara una chica morena, con los hombros descubiertos, una fugaz imagen para volver a mirar. El hombre me pidió dinero, y yo encontré entre los bolsillos un euro que posé en su mano.
Que chica más guapa, dijo, y entonces yo tambien la miré a los ojos. Estaba aún con la respiración agitada, habia entrado corriendo, sonreía al viejo, y le dijo espera, y tambien le dio un euro, y el viejo sonriente, como por inercia, preguntó si tenía novio, y al responder ella que no, se volvió a mi y me dijo que ya sabía, que hiciera el resto, que diera el paso.
Ella y yo avergonzados, pero con una vergüenza que los años ya saben controlar y al bajarse el viejo, todo vuelve a ser como antes, yo de pie, leyendo el libro con una mano, la otra en la barra que une los asientos al techo, la espalda sobre la pared del vagón y ella que ha encontrado un asiento, justo al lado pero mirando de frente sin poder verme, pero sabiendo que se deja ver y con su mano sobre la misma barra, más abajo pero la misma barra.
Dos paradas más allá mi mano va dejándose caer, primero sin voluntad luego con toda, y ella que se pone los cascos del CD con una mano, con tremenda incomodidad, pero la otra mano, no puede moverse, está cada vez más cerca.
Y veo su pelo largo, moreno, recogido en una fantastica coleta, con los hombros morenos y unas pequeñas pecas en ese lado de la cara que puedo ver, y el pulso se desmadra, no entiendo porque no quita la mano, la mía se apoya sobre la suya, y no puede ser una casualidad, y sabe que estoy ahí, y bueno, el viejo dijo esas cosas y todo eso.
Sé que solo es deseo, que unos minutos más tarde no existirá, que sólo es un deseo de besarla con furia, de abrazarla un poco y luego vuelta a lo de siempre, pero ella sonríe y ya no es sólo eso, es dar la espalda al mundo, y darse la vuelta a uno mismo, mostrarse como un guante vuelto, enamorarse como en las novelas, y en el cristal de enfrente en la oscuridad de los tuneles busco una mirada que cruzar y no hay nada, la cabeza un poco caída y la música que acapara su atención.
Es en la siguiente parada cuando el asiento de su lado queda libre y ese puede ser el comienzo y casi no puedo respirar. Las puertas se estan cerrando cuando ella levanta la vista y lee Avenida de America. Echa a correr, rozando ligerisimamente mis dedos.
Post invitado, enviado por Nicolás:
Por ahi lei algo de los musicos en el subte.. me encanta! es a los unicos que les doy monedas... mas que nada por que no creo que una moneda ayude a un nene que me reparte una estampilla, de echo creo que ayuda mas a su padre o el que lo mando a que se siga mamando con tetras. si tengo alguna barra de cereal o un caramelo o algo se lo ofrezco... Pero estaba hablando de lo maravilloso que es un musico en el subte. pero para todo hay una excepcion. No se si vieron alguna vez, son 2, en Congreso de tucuman, desde las 7:10 de la mañana estan, con 2 contrabajos, amplificadores, y papeles con pentagramas... perciera que son grandes musicos. hasta hay gente mirando.. (yo crero que son contratados por ellos).
Lo que hacen es un desastre. no se como les da la cara! desafinan muy mal!.
Lo que si me encanta es el viejo con el saxo que anda con flaco, de como 2 metros que tiene un organo que lo lleva en una funda, se sienta enchufa una bateria y se ponen a blusear, esos son buenos!.
Post invitado, enviado por Nicolás:
Me indigna mucho las personas, sobre todo las viejitas que desesperadas por un asciento arremeten contra la puerta y no dejan bajar a la gente.. tampoco soporto a los que estan pendientes todo el tiempo a ver quien se esta preparando para levantarse, para ocupar su asciento... tampoco soporto a las viejas que suben y se te quedan mirando para que le des el asciento.. ojo yo cuando veo alguien que amerita un asciento, vease una embaarazada o un/a anciano/a se lo ofrezco. pero no soporto que me lo quieran arrebatar.
Post invitado, enviado por MaRip:
En la línea E viajo colgada de las ventanas frontales y traseras de los trenes, las cuales me permiten ver las vias (con cucarachas, papeles, basura y demás) y me encanta el hecho de perder mi vista en ellas, sin saber si voy para adelante o para atrás; y mirar para arriba y los costados y ver el tunel...
Post invitado, enviado por Tomás:
Una vez viaje en subte ...
No entiendo para que te venden una tarjeta tan grande si solo la tengo en mi mano por exactamente 5 segundos ...
Posta que no lo entiendo ... Es como que contribuyen a la suciedad de la sociedad.
El cospel era mucho mejor.